Se lo considera uno de los más grandes narradores de historias infantiles del siglo xx.
El ilustrador, Quentin Blake
Su dibujo es claramente identificable por su espontaneidad y aparente sencillez.
Esta es la historia de Don Zorro. Para alimentar a su familia,
Zorro roba pavos, patos y pollos a tres
granjeros: Benito, Buñuelo y Bufón.
Los agricultores están hartos de los robos de Don Zorro e
intentan matarlo. Una noche, los granjeros esperan afuera de la guarida del
zorro le disparan y le vuelan la cola.
Resueltos a atraparlo, los granjeros utilizan picos y palas para
cavar un camino a la casa de los zorros. No obstante, Don Zorro, su esposa y
sus cuatro hijos logran escapar al cavar un túnel más hondo. Los granjeros usan
una excavadora, pero fallan en su intento, por lo que deciden vigilar la
entrada del túnel.
A Don Zorro se le ocurre un plan: él y sus hijos cavarán un
túnel dentro de los corrales de pollo de Bufón, donde robarán algunos animales
y se irán sin dejar rastro. También entran en el almacén de patos, gansos y
verduras, y en la bodega de sidra de Benito.
Durante el camino, los zorros conocen a don Tejón y otros
animales cavadores, que se están muriendo de hambre por al asedio de los
granjeros. Don Zorro, sintiéndose responsable, invita a los animales a comer un
festín con el botín encontrado.
Mientras tanto, Benito, Buñuelo y Bufón hacen guardia en la entrada
del túnel, sin darse cuenta de que Don Zorro y sus amigos están robando su
comida bajo sus narices. Los tres
esperarán por siempre que aparezca Don Zorro.
Es una de las
historias juveniles más divertidas escritas por el autor británico.