Como actividad los niños han decorado su propia caja de palabras donde los niños van a meter sus “palabras bonitas”.
“La coleccionista de palabras" de Sonja Wimmer
Luna es una chica que vive muy arriba en el cielo, más arriba que cualquier otra persona. Curiosamente, Luna empezó a tener una afición muy especial entrañable: le gustaba coleccionar palabras.
Prefería las palabras bonitas, aquellas palabras divertidas que al pronunciarlas te sacan una carcajada, y también aquellas que te llenaban el corazón de alegría y te hacían sentir feliz durante muchísimo tiempo.
Pero llegó un día en que todo cambió, y las palabras que Luna había guardado con tanto mimo fueron desapareciendo una a una. «¿Qué estaba pasando?», se preguntaba Luna.
Entonces, llegó a sus oídos un rumor: los hombres estaban olvidando las palabras bellas porque estaban demasiado ocupados y ya no les daban importancia… Pero ¡eso no suceder pasar de ninguna de las maneras! Decidida, Luna partió con sus bellas palabras a convencer a la humanidad de la importancia de compartir alegría y felicidad.